Tratamiento de arrugas del tercio superior
¿Qué es el tratamiento de arrugas del tercio superior?
El tratamiento para eliminar las arrugas de expresión en el tercio superior del rostro consiste en la aplicación de una sustancia que actúa como neuromodulador, relajando temporalmente los músculos responsables de las arrugas. Esta técnica está dirigida a suavizar las líneas que se forman con los gestos repetitivos como fruncir el ceño, elevar las cejas o entrecerrar los ojos. Al relajarse los músculos, la piel recupera un aspecto más terso y rejuvenecido, sin eliminar la naturalidad de la expresión.
Este tratamiento es mínimamente invasivo, rápido y eficaz, lo que lo convierte en una de las opciones más populares para quienes buscan rejuvenecer su apariencia sin someterse a procedimientos quirúrgicos.
¿Qué beneficios aporta?
El tratamiento para las arrugas del tercio superior ofrece varios beneficios, tanto estéticos como psicológicos. Algunos de los más destacados son:
- Reducción de arrugas dinámicas: Al relajar los músculos responsables de las arrugas de expresión, las líneas de la frente, el entrecejo y las patas de gallo se suavizan notablemente.
- Prevención del envejecimiento: Además de reducir las arrugas ya existentes, este tratamiento también ayuda a prevenir la formación de nuevas líneas, ya que limita la contracción muscular.
- Mejora del aspecto general del rostro: El rostro luce más descansado, fresco y rejuvenecido, lo que se traduce en una mejora de la autoestima.
- Procedimiento no invasivo: No requiere cirugía, por lo que no hay cicatrices, tiempos de recuperación largos ni riesgos asociados a procedimientos invasivos.
- Resultados naturales: Al ser un tratamiento que solo afecta a las áreas específicas y temporales del rostro, permite mantener una expresión natural sin eliminar la movilidad del rostro.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
El procedimiento es relativamente sencillo y rápido. En primer lugar, se realiza una valoración inicial para identificar las áreas donde las arrugas son más notorias. A partir de este análisis, se planifica la aplicación de pequeñas dosis del neuromodulador en puntos estratégicos del tercio superior del rostro.
El proceso consiste en pequeñas inyecciones en las áreas específicas, como la frente, entrecejo y patas de gallo. La aplicación se realiza con agujas finas, por lo que las molestias son mínimas. El procedimiento suele durar entre 10 y 20 minutos, dependiendo de las zonas a tratar.
Los efectos del tratamiento comienzan a notarse a partir de los 3 a 7 días, y los resultados completos se aprecian en un plazo de dos semanas. Estos resultados tienen una duración media de 3 a 5 meses, tras los cuales se puede realizar una nueva aplicación si se desea.
Cuidados postratamiento
Aunque el tratamiento es sencillo y no invasivo, es importante seguir algunas recomendaciones para asegurar un resultado óptimo:
- Evitar tocar o masajear las áreas tratadas: Durante las primeras horas tras el procedimiento, se debe evitar manipular el área para prevenir la dispersión del producto.
- No realizar ejercicio intenso: Es recomendable evitar actividades físicas intensas durante las primeras 24 horas para reducir el riesgo de inflamación o desplazamiento del producto.
- Evitar la exposición solar directa: Durante los días posteriores al tratamiento, se debe minimizar la exposición al sol y usar protección solar para prevenir irritaciones o manchas.
- Mantener una rutina de cuidado facial adecuada: La hidratación y el uso de productos suaves es esencial para mantener la piel en buen estado tras el tratamiento. Los cosméticos deben aplicarse de cejas hacia el pelo.
- No comprimir la frente con casco de moto o gafas de buceo