Pómulos, fosa temporal y mentón
El tratamiento de rellenos dérmicos en áreas estratégicas como los pómulos, la fosa temporal y el mentón es una técnica avanzada de medicina estética que busca restaurar la armonía facial y realzar los contornos del rostro. Con el envejecimiento, la pérdida de volumen en estas zonas es común, lo que puede dar lugar a una apariencia cansada o triste
Afortunadamente, los rellenos dérmicos ofrecen una solución efectiva y no invasiva para recuperar la juventud del rostro sin necesidad de cirugía.
¿Qué es el tratamiento?
El tratamiento con rellenos dérmicos en los pómulos, la fosa temporal y el mentón consiste en la inyección de sustancias biocompatibles, como el ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica etc,para restaurar o mejorar el volumen y la definición de estas áreas. Los rellenos se utilizan para esculpir y modelar el rostro, recuperando la firmeza y los contornos perdidos con el paso del tiempo.
- En los pómulos, se busca proyectar y levantar esta zona para ofrecer un aspecto más definido y rejuvenecido. Mejorando de forma indirecta la profundidad del surco nasogeniano , el hundimiento de la parte inferior de la ojera y la flacidez facial.
- En la fosa temporal, se rellena la pérdida de volumen que ocurre naturalmente con la edad, suavizando el hundimiento y otorgando un aspecto más lleno y saludable. Aporta soporte a la cola de la ceja, elevándola unos milímetros y también eleva el tercio medio de la cara.
- En el mentón, corregimos y mejoramos su proyección, ayudando a equilibrar el perfil y el óvalo facial, especialmente en pacientes con un mentón retraído o poco definido.
¿Qué beneficios aporta?
Este tratamiento ofrece múltiples beneficios, no solo estéticos, sino también en la percepción global del rostro. Entre los principales beneficios se incluyen:
- Rejuvenecimiento facial: La recuperación del volumen en estas zonas da como resultado un aspecto más juvenil, suave y fresco.
- Mejora de los contornos: El perfil del rostro adquiere una mayor definición, lo que contribuye a una apariencia más estructurada y proporcionada.
- Armonización del rostro: Los rellenos dérmicos equilibran las proporciones faciales, mejorando la simetría y la estética global del rostro.
- Resultados inmediatos y naturales: Tras la aplicación de los rellenos, los resultados son visibles al instante, con un efecto natural que se adapta a las características de cada paciente.
- Procedimiento no invasivo: Al ser un tratamiento mínimamente invasivo, no requiere cirugía ni tiempos de recuperación prolongados, lo que lo convierte en una opción cómoda para quienes buscan mejoras rápidas y seguras.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
El tratamiento con rellenos dérmicos en estas zonas del rostro se realiza en una consulta médica y no requiere de anestesia, aunque se puede aplicar anestesia tópica para reducir posibles molestias.
El primer paso es una evaluación detallada de la anatomía facial del paciente, para definir las áreas que requieren relleno y la cantidad necesaria de producto. A continuación, se inyectan pequeñas cantidades de relleno en las zonas específicas, utilizando una aguja fina o una cánula, dependiendo del área a tratar.
- Pómulos: Las inyecciones se aplican en puntos estratégicos para lograr una elevación y proyección natural de los pómulos.
- Fosa temporal: Se inyecta el producto en las áreas hundidas para restaurar el volumen perdido, suavizando la transición entre la frente y la sien.
- Mentón: Las inyecciones se aplican a lo largo del mentón para mejorar su proyección y lograr un perfil más armonioso.
El procedimiento dura entre 30 y 45 minutos, dependiendo del número de áreas tratadas, y los resultados son visibles de inmediato.
Cuidados postratamiento
Aunque es un procedimiento sencillo y de rápida recuperación, es importante seguir algunos cuidados para optimizar los resultados y evitar complicaciones:
- Evitar tocar las áreas tratadas: Durante las primeras 24 horas, se debe evitar la manipulación o presión en las zonas inyectadas para evitar el desplazamiento del producto.
- No realizar ejercicio intenso: Es recomendable evitar el ejercicio físico vigoroso durante las primeras 48 horas para reducir el riesgo de hinchazón o hematomas.
- Aplicar frío si es necesario: Si aparecen pequeñas inflamaciones o hematomas, se puede aplicar hielo o compresas frías para reducir las molestias.
- Evitar la exposición solar intensa: Es importante evitar la exposición directa al sol y usar protector solar para prevenir la hiperpigmentación o irritaciones.
- Seguir las indicaciones del especialista: El médico puede recomendar productos específicos para el cuidado de la piel o pautas adicionales en función.
- Evitar focos de calor profundo : Tales como láser, radiofrecuencia etc